Anna llegó a nuestro showroom con una idea muy clara: «Quiero una pérgola estilo ibicenco«. Su jardín, ubicado en una zona privilegiada del Baix Llobregat, rodeada de montañas y naturaleza, merecía un diseño que estuviera en armonía con el entorno.

Después de valorar diferentes opciones, le propusimos una solución que combinara funcionalidad y estética: una pérgola de madera de castaño de troncos redondos y un techo de ramas del mismo material, pintado en color blanco para crear un elegante contraste de colores. La unión entre los diferentes elementos estructurales se decoró con cuerda trenzada para darle un estilo muy personal.

La particularidad de esta elección radica en la belleza natural y la autenticidad de la madera. Respetamos su desigualdad e incluso utilizamos troncos con corteza, logrando un equilibrio perfecto entre un estilo rústico y moderno.

El resultado es un espacio acogedor y lleno de carácter, ideal para disfrutar del entorno natural con una atmósfera relajante y única.

Para completar este proyecto, se eligió tanto para el suelo de la pérgola como para la piscina una tarima tecnológica color gris rematando la coronación de piedra natural ya existente, el contraste entre estos dos elementos creaba un espacio elegante y provocaba un contraste espectacular con el azul del agua. El problema que ocasionaba la gran pendiente existente junto a la piscina se solucionó realizando una estructura inferior elevada para poder construir una tarima donde colocar tumbonas en un espacio que antes era imposible de aprovechar. 

El resultado final… simplemente espectacular.